Con el asunto del COVID todavía pululando por ahí y después de la mala experiencia de tener que anular un viaje a Malta, que habíamos programado para marzo, por haber pillado el maldito virus, decidimos que vamos a hacer unas «vacaciones». Nos vamos por el sur de Francia a pasear por vías verdes y «pistes cyclables» facilitas. Va a ser un viaje de pocos kilómetros, mucho camping, y pocas fotos. Raro, muy raro.
9 y 10 de junio
Paramos en Roda de Barà para comprar y poner gasolina en el Esclatoil (es más barato). Seguimos hacia cámping Nautic Almata, que admite la tarjeta ACSI de descuento. Nos instalamos y salimos a dar una vuelta con la bici. Vamos al centro de información El Cortalet, en los aiguamolls de l’Empordà.
Cenamos en el restaurante del cámping y me encanta esta etiqueta del vino «bufar i fer ampolles» (soplar y hacer botellas, literalmente), que es lo que se dice en catalán cuando queremos decir que algo es fácil de hacer, aunque irónicamente, claro.
Al día siguiente salimos en bici por la mañana y hacemos una ruta por los humedales. Atravesamos el río Muga y llegamos hasta la playa de Ampuriabrava donde tomamos un café. No vamos a ningún observatorio de aves porque hay que ir andando, no se puede ir con la bici, una pena.
Por la tarde volvemos al Cortalet y volvemos por la misma ruta de ayer hasta el puente de la Muga.
11 y 12 de junio
Nos desplazamos hasta el cámping Les Berges du canal, en Villeneuve-lès-Béziers y nos quedamos dos noches.
El día 11 por la tarde hacemos 10 km dirección al mar siguiendo el Canal du Midi. Es un paseo muy agradable.
Nos quedamos un rato en la esclusa de Portiragnes observando cómo funcionan
El día 12 por la mañana vamos en dirección contraria, hasta las 9 esclusas escalonadas de Foséranes.
Se trata de una impresionante obra de ingeniería. Hago fotos desde abajo con el teléfono.
En la ruta tenemos una buena vista de Béziers
Por la tarde volvemos a hacer el canal en dirección al mar.
13 de junio
Nos desplazamos a Sète y nos instalamos en el cámping Robinson. Queremos pasear por la barra que cierra el estanque de Thau. Lo hacemos por la tarde. Es un agradable paseo que discurre por una pista al lado de un sistema dunar.
14 y 15 de junio
Decidimos llegarnos hasta Saintes Maries de la Mer. Antes íbamos mucho, normalmente en el puente que teníamos en febrero o en primavera, era una buena época para ir al Pont de Gau porque las aves estaban en época nupcial y se podía hacer buenas fotos, como las de esta crónica de 2014, por ejemplo.
No sé, pero igual hace cinco o seis años que no íbamos por allí. Así pues, nos instalamos en el cámping de la Brise. No hay apenas sombra pero corre una buena brisa, ja, ja. Estos días estamos viviendo una ola de calor impropia de la época.
Llegamos antes de comer. Por la tarde intentamos ir por el Digue de la Mer pero hay tanta arena que es imposible. Damos una vuelta por el pueblo.
El 15 por la mañana vamos a Domaine Mejanes. Primero hay que ir por la carretera, que tiene un buen arcén, y luego seguir por un camino que discurre entre los humedales que están secos y parecen un lago salado.
Por la tarde volvemos a dar una vuelta por el pueblo.
La iglesia del pueblo está dedicada a las santas Marías: María de Cleofás (otros la llaman de Jacobé) y María Salomé, que junto con María Magdalena son conocidas como las Tres Marías. La tradición local dice que las Tres Marías, acompañadas de Maximino, Sara y Lázaro, entre otros, fueron expulsados de Palestina y puestos en una barca sin velas ni remos con la que atravesaron el mar Mediterráneo hasta llegar a la costa de la Camarga. Allí se quedaron María Jacobé, María Salomé y Sara, la sirvienta de las Marías, después de hacer brotar agua dulce de manera milagrosa, y, a su muerte, fueron enterradas aquí.
Los otros fueron a evangelizar el territorio. María Magdalena, por ejemplo, se instaló en la Santa Baume, cerca de Aix-en-Provence, y allí vivió 33 años. La Santa Baume también la hemos visitado varias veces, una quedó recogida en esa crónica de 2014 que cité antes.
La iglesia, como vemos, es una imponente iglesia fortificada
Las santas María Jacobé y María Salomé
En la cripta está la imagen de Santa Sara Kali, patrona de los gitanos.
Santa Sara Kali, o Santa Sara la Negra
Cada año, durante dos días (24 y 25 de mayo), gitanos católicos de toda Europa e incluso de otros continentes, van a Saintes Maries de la Mer para participar en la procesión de su santa patrona: Santa Sara Kali.
16 y 17 de junio
El 16 por la mañana nos trasladamos a Aigues Mortes y nos instalamos en el cámping La Petite Camargue. Es un buen camping y aquí sí hay buena sombra, que agradecemos mucho.
Por la tarde salimos a dar una vuelta. Vamos por la ruta roja (que es una dirección prohibida hasta el canal de Rhône a Sete). Seguimos hasta la ciudad amurallada. Luego pasamos el puente y seguimos por el canal hacia arriba. Giramos a la izquierda y pasamos por un pinar. Cuando llegamos al final resulta que el camino que queríamos coger no existe y volvemos hacia atrás. Bajamos por un camino con mucha arena (tenemos que empujar las bicis un buen trozo) y luego un camino con muchas piedras. Finalmente llegamos al camping.
El día 17 es el día de más calor, llegamos a 38 a la sombra en el camping y decidimos descansar todo el día. Suerte que tenemos buena sombra.
18 y 19 de junio
Nos instamos en el cámping Les Nysades, en Mirepoix para hacer la vía verde. El camping es pequeño y agradable.
La temperatura ha bajado un poco. Damos un paseo hasta el pueblo. Dormimos muy bien con las ventanas cerradas.
El 19 por la mañana salimos a la vía verde.
Es muy agradable, tiene mucha sombra.
Comemos en el camping, cada vez hace más aire.
Por la tarde volvemos a salir a la vía verde pero, después de un rato encontramos un árbolillo que ha caído y corta el paso, intentamos apartarlo pero no podemos, así que nos damos la vuelta y nos llegamos otra vez hasta el pueblo.
Mirepoix tiene una plaza medieval muy bonita y una iglesia de planta de salón muy interesante. En este pueblo también habíamos estado varias veces antes.
20 de junio
Volvemos a casa. Las previsiones dan 4 días seguidos de tormentas y viento, así que decidimos que se acabó el viaje. Esta vez volvemos por Puigcerdà para evitar el tráfico de la AP7.
Ha sido un viaje diferente, sin museos, sin castillos, sólo dos iglesias….. y las fotos, pocas y ¡casi todas con el teléfono!
Mis viajes en furgoneta 